Para practicar las Asanas de yoga se necesita un espacio donde poder movernos con libertad.

Además, hay características concretas que este espacio debe reunir para fomentar la conexión con nosotros mismos y con nuestro cuerpo, algo fundamental para practicar esta disciplina:

  • Tranquilidad en el entorno.
  • Lugar limpio y armónico.
  • Iluminación adecuada.
  • Ambiente cálido y relajante.
  • Escenario que transmita confort, que refleje lo que hace sentir intuitivamente bien.

Siempre que planteo una clase de yoga, lo primero en lo que pienso es en crear el entorno de cada clase.

Organizo dónde posicionarme como profesora y dónde, y cómo, colocar las esterillas de mis alumn@s. Hay que tener en cuenta todos los detalles para crear el ambiente de clase más óptimo e inspirador. Un lugar libre de caos dentro del cual nos podamos sentir calmados y relajados para aprovechar al máximo todos los beneficios que nos aporta esta disciplina.

Una vez organizado el espacio, doy estructura a la clase. Para ello:

  • Elijo un tema que me sirva de base para transmitir y enseñar más allá de la práctica física.
  • Analizo el alumno promedio que va a asistir a esa clase concreta para diseñar la secuencia adaptada al nivel de habilidad.
  • Es importante considerar la hora del día a la que será, ya que nuestra actividad varía en función de esta condición.
  • Y por último, desarrollo la clase en sí con su estructura óptima:

Meditación y Pranayama/ Asanas/ Relajación y cierre

Solo tienes que ponerte ropa adecuada, coger tu esterilla y en La Flor de Bali te esperamos para practicar yoga en un entorno preparado para ti.

Estaré encantada de recibirte!!

Mónica