Hoy os presentamos la Siddhasana o Postura Perfecta, es una postura buena para principiantes y muy usada para meditar y hacer ejercicios de respiración o Pranayama.

Siddha significa que un maestro ha llegado a un alto grado de perfección y Asana significa postura.

Literalmente sería algo parecido a «postura del maestro que ha alcanzado la perfección». Por eso el nombre en español de este ejercicio es el de Postura Perfecta.

Pasos para realizar la Postura Perfecta:

– Siéntate en el suelo con las piernas estiradas hacia delante, en posición de Dandasana. Recuerda estirar bien la espalda.

– Dobla la pierna izquierda y sitúa la planta del pie tocando el muslo derecho, en su parte interior. Acerca lo más que puedas el talón a la cadera, hacia el perineo. Si lo necesitas, hazlo poco a poco, sin prisas.

– Dobla la pierna derecha y ponla encima de la izquierda. El talón de la pierna derecha debería tocar el hueso púbico. También hay que meter los dedos del pie derecho entre el gemelo y el muslo izquierdos.

– Comprueba que el tobillo del pie derecho está encima del tobillo del izquierdo.

– Las rodillas tienen que estar tocando el suelo, al igual que el talón izquierdo.

– Mantén la espalda recta y estirada. (Si te cuesta, recomiendo ver Ayudas más abajo).

– Estira los brazos, que deben contactar con las rodillas. No importa si ese contacto se da en las muñecas o en el cúbito, pero siempre con los brazos estirados.

– Cierra los ojos y trata de relajarte y meditar.

– Haz la postura cambiando de piernas. Puedes hacer la mitad del tiempo con la derecha arriba y la otra mitad con la izquierda, o un día cada una.

La duración en la Postura Perfecta depende de ti. Si tienes poca flexibilidad, te costará más al principio.

 

Beneficios:

La Siddhasana te aporta muchas cosas buenas. Entre esos beneficios están:

Flexibiliza las rodillas, que pierden la flexibilidad rápidamente si no se hace ejercicio durante un periodo prolongado.

Abre las caderas, lo cual ayuda a las embarazadas en la preparación del parto.

También flexibiliza los tobillos. Uno de ellos por acercarlo a la cadera, el de la pierna de arriba, porque estiras el pie para que los dedos se cuelen entre el muslo y el gemelo de la pierna de abajo.

Mejora la circulación sanguínea.

Mejora la postura. Permanecer con la espalda recta y bien alineada hace más fácil que mantengamos una postura sana para la espalda durante nuestra vida normal. Además, cuando estamos en una mala posición, nos damos cuenta rápidamente y la podemos corregir.

Sirve para cultivar el hábito de meditar, al menos unos minutos al día.

Es una excelente postura para el Pranayama (ejercicios de respiración yóguica).

Aprendes a concentrarte, lo cual mejorará tu vida más allá de lo imaginable.

Es muy relajante. Cuanto más la practiques, más cómoda/o te sentirás y más te relajarás.

Estos son algunos de sus beneficios. Dado que la práctica del Yoga es como los Vasos Comunicantes, puedes obtener muchos más beneficios de la Siddhasana, sobre todo si la realizas junto con otras muchas posturas.

Todos los beneficios del Yoga para el cuerpo, la mente y el espíritu